Entrenamiento en habilidades sociales

FOBIA SOCIAL Y HABILIDADES SOCIALES:

Las habilidades sociales constituyen una herramienta útil de la que sirven los seres humanos que permite acceder al infinito abanico de posibilidades que nos ofrecen los demás para cubrir nuestras necesidades.

La historia pasada de éxitos y fracasos son aspectos que engrosan la mochila que siempre llevamos encima para enfrentarnos a nuevas situaciones; en ciertas oportunidades  pesa de tal modo que no nos deja mostrarnos de manera espontánea, contribuyendo así a rectificarnos en nuestra predicción de que no vamos a ser capaces de hacer frente a tal o cual interacción amenazante.

Esta profecía autocumplida es uno de los mayores obstáculos.

Los comportamientos sociales, sean positivos o adecuados, sean negativos o inapropiados, que una persona va realizando a lo largo de su vida van configurando tanto el patrón de conducta que va a tener  ese sujeto a la hora de relacionarse con su entorno como las autoverbalizaciones, y por ultimo su autoestima.

Es decir, al actuar de una determinada manera, se obtiene como consecuencia una determinada respuesta en el entorno, que si ha sido efectiva, aunque quizá no haya sido apropiada, incrementa la probabilidad de repetir ese comportamiento en lo sucesivo.

Por ese motivo, aconsejamos iniciar cuanto antes el entrenamiento en habilidades sociales, ya que estas no mejoran espontáneamente con el paso del tiempo, sino que incluso se pueden deteriorar al provocar el rechazo o la indiferencia de las personas significativas en la vida de una persona.

El ambiente se puede variar y modificar con el objetivo de adquirir  conductas que no se han aprendido todavía, y/o desaprender  otras que no han sido adecuadas, que perjudican al propio individuo o a los demás. Es decir, las conductas sociales, y por lo tanto,  las habilidades sociales se aprenden. Ninguna persona nace simpática, triste, desobediente, violenta, etc., sino que a lo largo de la vida va aprendiendo a ser como es. En este aprendizaje hay dos variables implicadas:

La propia conducta: lo que la persona hace, dice, piensa, etc.

Las conductas de los demás: la reacción del entorno, ante lo que el individuo hace.

La relación e interacción de ambas variables se rige por las leyes del aprendizaje. Consideramos los siguientes puntos como importantes:

·         Una conducta  que no logra ninguna recompensa tiende a desaparecer.

·         Muchas conductas se aprenden por observación, imitando lo que hacen otras personas.

·         Toda conducta que va seguida de una recompensa tiende a repetirse en el futuro

Pensamos que la competencia social constituye un aspecto fundamental, no solo para la adaptación social del individuo, sino también para su desarrollo cognitivo, y en general para su autoestima.

Tenemos como objetivo terapéutico la mejora en la actuación social del individuo y su satisfacción en el ámbito de las relaciones interpersonales. Este  objetivo general se va concretando en una serie  de objetivos específicos.

Nuestra intervención pone énfasis en las técnicas dirigidas al entrenamiento en habilidades sociales, es decir la enseñanza  de las conductas apropiadas a las situaciones problemáticas; y técnicas de restructuración cognitiva para el análisis y modificación de todas aquellas creencias irracionales y cogniciones desadaptativas que interfieren  con el funcionamiento social del paciente.

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