MEDIACION EN SEPARACION O DIVORCIO:

La mediación familiar en procesos de separación o divorcio ayuda a ambos cónyuges a tomar sus propias decisiones en cuestiones que afectan a su vida y a la de sus hijos.

El proceso de mediación familiar por tanto, favorece y facilita que los participantes lleguen a unos acuerdos consensuados en los temas relativos a su separación o divorcio y previene futuros problemas asociados a ella.

Con la ayuda de un terapeuta cualificado e imparcial y mediante técnicas demediación familiar, se proporciona un espacio de confidencialidad y respeto en el que ambos deciden una a una todas las cuestiones que afectan a su separación o divorcio.

Las preguntas que nos hacemos ante un momento tan importante en nuestras vidas son analizadas y valoradas por ambos, llegando a decisiones consensuadas con las que todas las partes estén de acuerdo.

• ¿Que se hará con el domicilio familiar? 
  
  
• ¿Cómo se establecerá el sistema de comunicaciones de cada progenitor con sus hijos? 
  
  
• ¿Cómo nos organizaremos económicamente?

En el proceso de mediación familiar para la separación o divorcio de la pareja, tienen especial importancia los hijos comunes y las cuestiones relativas a su cuidado. Los padres deciden durante las sesiones de mediación familiar dónde vivirán los hijos, cuando verán a uno u otro progenitor o cómo se van a cubrir sus gastos. Al ser ambos padres los que toman sus propias decisiones y se responsabilizan de su cumplimiento, se promueve una separación o divorcio en el que los hijos conviven en un clima de respeto y seguridad.

La mediación familiar también está indicada en aquellos casos en los que una vez separados, los progenitores deseen modificar en algún punto los acuerdos a los que llegaron en el momento de la separación o divorcio. 

Cuando existen conflictos en lo relacionado con los hijos comunes una vez se hayan separado los progenitores, la mediación familiar ofrece un espacio neutral para que se lleguen a acuerdos consensuados que faciliten las relaciones familiares.

La separación y el divorcio son las crisis vitales que más dolor causan en el individuo y que más afectan a todo el sistema familiar.

Los hijos no deben decidir sobre la ruptura y evitar hacerlos partícipes en una separación conflictiva es responsabilidad de ambos progenitores.